Quien no vió Sevilla, no vió maravilla.

Nacido en el macareno Hospital de las Cinco Llagas, criado en el Barrio del Tiro de Línea y vecino del Cerro del Águila; fiel amante de Sevilla y sus tradiciones. "Cofrade" por vocación, "Feriante" por adicción, "Rociero" por devoción y "Bético" por convicción.

domingo, 19 de junio de 2016

!! HONOR Y GLORIA ¡¡ A LOS TERCIOS PALISTAS.

Ayer fue un día grande… el alma de nuestro Pali, revoloteaba de nuevo por las calles de su Sevilla, posaba su mágico vuelo en legendarios rincones sevillanos, que un buen día dejara plasmados en sus versos.

Ayer un buen puñado de frenéticos soñadores, ataviados con camisas blancas, a modo de ejército y tropa “palista” tomaba las calles de Sevilla y la ciudad, rendía la plaza a su paso, dando fiel testimonio de una desesperada historia de amor. La casa de la Moneda, la Torre de la Plata, la calle Tomás de Ibarra, el Arco del Postigo, el Baratillo, la Maestranza y su Triana… fueron mudos testigos de su presencia, la cálida atmósfera que impregnaba estos lugares, recordaba a esas hermosas “mañanas de Sevilla” tantas veces vividas.
Ayer pudimos ver, como asomaban desde el balcón de los cielos, el Bizco Amate, Juana la Macarrona, el pobre Vicente con su canasto, Saturnino, Pepe Luís y el Viejo de los Ariza junto a Pepito Rechi con sus rancios ternos negros, todos quedaban boquiabiertos, al paso de tan heroica milicia.

Ayer volvió de nuevo su vieja silla a la acera de la calle aduana, como cuando esperaba cada Martes Santo al Dios universitario de la Buena Muerte, pero en esta ocasión fue para rendirle honores a D. Federico Alonso Pernía, lugarteniente con mando en plaza que, junto a su familia, capitaneaban el séquito palista.
Ayer, de alguna forma, El Pali estuvo presente, estuvo entre nosotros y con nosotros, apretó en los estribillos que se iban altos, paseó por la ciudad, cruzó el puente de Triana, miro a su Giralda desde el puerto camaronero, dio buena cuenta, de una cerveza bien fría junto a su tropa en pleno corazón del barrio de Triana, observó a muchas vecinas jaleando desde sus balcones, buena prueba, que parte de aquella vieja Sevilla de los corrales, que él tan bien nos ilustró en sus sevillanas, todavía están muy presente y esa gracia y ese "ange", siguen en el alma de su gente.

Ayer a través de él, tocamos la gloria más sevillana, la esencia de sentirse heredero de un legado intangible, pero a la vez eterno. La vida no es la vida que vivímos, la vida es el honor y el recuerdo, por eso hay muertos que en el mundo viven y hombres que viven en el mundo, muertos.

Gloria perpetua para D. Francisco de Asís Palacios Ortega !!!!!
Trovador de Sevilla por la gracia de Dios. 

2 comentarios:

  1. te felicito por tan precioso y preciso artículo!

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  2. Muchas gracias Javier por tus palabras y también por haber sido uno de los precursores de que ésta verdadera "locura", haya tomado cuerpo por segunda vez..

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