Quien no vió Sevilla, no vió maravilla.

Nacido en el macareno Hospital de las Cinco Llagas, criado en el Barrio del Tiro de Línea y vecino del Cerro del Águila; fiel amante de Sevilla y sus tradiciones. "Cofrade" por vocación, "Feriante" por adicción, "Rociero" por devoción y "Bético" por convicción.

domingo, 2 de octubre de 2016

ACUARELAS DE COLORES PARA LOS ROMEROS DE LA PUEBLA

La vida no es como otros la pintan, sino como nosotros la coloreamos. Porque siempre es nuestra actitud ante ella, la que actúa como el mejor pincel, ese pincel capaz de ofrecernos otras tonalidades de luz cuando más lo necesitamos.

Ayer 1 de Octubre, en lo que a mí respecta “Día mundial del Sentimiento Romerista” se demostró una vez más. Un sentimiento romerista nacido de las mismas entrañas del pueblo llano, tomó literalmente Umbrete, atrás quedaban esos tonos grisáceos con que las administraciones públicas y otros estamentos, sombrean año tras año, a los Maestros de la Puebla del Río en ese inexplicable ostracismo al que le tienen sometido.

Anoche en Umbrete estrenamos un nuevo lienzo y teñimos la vida de nuestros queridos Romeros de la Puebla con una preciosa acuarela de colores alegres y vivos, porque un ramillete de buenos romeristas decidieron a bien colorear una vida entera en pro de las sevillanas, perfilaron un precioso bodegón con cinco talles de zahones y cinco sombreros de ala ancha que tan honradamente pasearon durante 45 años Los Romeros de la Puebla, llevando el nombre de Andalucía por los escenarios de medio mundo.

Dicen que de bien nacido es ser agradecido y hoy me siento en la obligación y la necesidad de agradecer a la comisión organizadora el tesón y el compromiso titánico que derrocho para que éste homenaje fuera una hermosa realidad, a todos los artistas que no dudaron en colaborar con ésta bella causa y sobre todo a esa horda de buenos romeristas rebosantes de sabiduría, que anoche asistió al acto desde muchos puntos de Andalucía y que hizo posible pintar con los mejores colores el justo reconocimiento a cinco “maestros de la vida”.

Tras la gloriosa Salve que cerró el acto, advertí las caras de emoción de Manolo, Juan, Pepe, José Manuel y del maestro Faustino desde el balcón de los cielos y allí mismo repare que todo el esfuerzo había tenido su recompensa y que nuestra singladura romerista en busca de ese reconocimiento oficial a los maestros, apenas acaba de comenzar y aún queda mucho lienzo que pintar en nuestro horizonte cromático romerista.

domingo, 19 de junio de 2016

!! HONOR Y GLORIA ¡¡ A LOS TERCIOS PALISTAS.

Ayer fue un día grande… el alma de nuestro Pali, revoloteaba de nuevo por las calles de su Sevilla, posaba su mágico vuelo en legendarios rincones sevillanos, que un buen día dejara plasmados en sus versos.

Ayer un buen puñado de frenéticos soñadores, ataviados con camisas blancas, a modo de ejército y tropa “palista” tomaba las calles de Sevilla y la ciudad, rendía la plaza a su paso, dando fiel testimonio de una desesperada historia de amor. La casa de la Moneda, la Torre de la Plata, la calle Tomás de Ibarra, el Arco del Postigo, el Baratillo, la Maestranza y su Triana… fueron mudos testigos de su presencia, la cálida atmósfera que impregnaba estos lugares, recordaba a esas hermosas “mañanas de Sevilla” tantas veces vividas.
Ayer pudimos ver, como asomaban desde el balcón de los cielos, el Bizco Amate, Juana la Macarrona, el pobre Vicente con su canasto, Saturnino, Pepe Luís y el Viejo de los Ariza junto a Pepito Rechi con sus rancios ternos negros, todos quedaban boquiabiertos, al paso de tan heroica milicia.

Ayer volvió de nuevo su vieja silla a la acera de la calle aduana, como cuando esperaba cada Martes Santo al Dios universitario de la Buena Muerte, pero en esta ocasión fue para rendirle honores a D. Federico Alonso Pernía, lugarteniente con mando en plaza que, junto a su familia, capitaneaban el séquito palista.
Ayer, de alguna forma, El Pali estuvo presente, estuvo entre nosotros y con nosotros, apretó en los estribillos que se iban altos, paseó por la ciudad, cruzó el puente de Triana, miro a su Giralda desde el puerto camaronero, dio buena cuenta, de una cerveza bien fría junto a su tropa en pleno corazón del barrio de Triana, observó a muchas vecinas jaleando desde sus balcones, buena prueba, que parte de aquella vieja Sevilla de los corrales, que él tan bien nos ilustró en sus sevillanas, todavía están muy presente y esa gracia y ese "ange", siguen en el alma de su gente.

Ayer a través de él, tocamos la gloria más sevillana, la esencia de sentirse heredero de un legado intangible, pero a la vez eterno. La vida no es la vida que vivímos, la vida es el honor y el recuerdo, por eso hay muertos que en el mundo viven y hombres que viven en el mundo, muertos.

Gloria perpetua para D. Francisco de Asís Palacios Ortega !!!!!
Trovador de Sevilla por la gracia de Dios.