Quien no vió Sevilla, no vió maravilla.

Nacido en el macareno Hospital de las Cinco Llagas, criado en el Barrio del Tiro de Línea y vecino del Cerro del Águila; fiel amante de Sevilla y sus tradiciones. "Cofrade" por vocación, "Feriante" por adicción, "Rociero" por devoción y "Bético" por convicción.

sábado, 31 de octubre de 2009

¿Que se habrá creído el tiempo?...

Leyendo la noticia en la que José Manuel Moya, alma mater, de Los Romeros de la Puebla, cumplia el pasado mes de Julio, 70 años de almanaque, quiero desde este humilde rincón de los sueños eternos, rendir mi pequeño homenaje a “Los Romeros de la Puebla” por tantos años de lucha y sacrificio en su dilatada carrera profesional.
-"En la Puebla del Río, margen derecho del Guadalquivir, en tierra de marismas, de artistas, de toros, de devoción rociera, nacieron allá por el año 1968 al mundo discográfico, Los Romeros de la Puebla.
Sus integrantes son José Manuel Moya, Juan Díaz, Pepe Angulo y los hermanos Faustino y Manolo Cabello, vecinos del pueblo sevillano de “Puebla del Río”.
Si bien comenzaron a cantar en plan amateur en 1966 en una taberna de su pueblo llamada “El Soberao”, su primer disco sale a la calle en 1968, bajo el sello de Hispavox, y desde entonces Los Romeros de la Puebla no han faltado ningún año a su cita anual.
Los Romeros de la Puebla siguieron la estela iniciada por los pioneros de las sevillanas, Los Hermanos Toronjo y Los Hermanos Reyes, convirtiéndose por su calidad en el santo y seña de los grupos de sevillanas. Podemos considerarlos sin lugar a dudas, los padres de las actuales sevillanas clásicas.
Se comienza a escribir una nueva historia de las sevillanas con la aportación fundamental de “Los Romeros de la Puebla”, que están catalogados como los mejores dentro del género, los de mayor calidad y los de mejor sonido en el mundo discográfico.

Le han cantado a Andalucía, a Sevilla, a los campesinos, a la Virgen del Rocío, al amor, a la mujer, al mar, al vino, a los toros, a los caballos, al viento de solano y a las anchas marismas que los vieron nacer. Es relevante de manera especial la conjunción de voces del grupo y la armoniosa voz en solitario de Faustino Cabello.
Además de sus discos anuales, Los Romeros han intercalado numerosos discos temáticos, por lo que su producción a lo largo de estos 42 años, con sus integrantes originales, les hace ser el grupo de sevillanas más prolífico".

Una tarde le preguntaron a José Manuel Moya, que sentía, cuando paseaba por la feria y escuchaba las sevillanas clásicas de "Los Romeros" cantadas por otros artistas e incluso por chavales jóvenes, a lo que José Manuel, con  toda la razón  del mundo, contesto: "me siento muy orgulloso de escuchar nuestras sevillanas, pero en realidad, nuestras sevillanas, yá no son nuestras, son de la gente y del pueblo".
¿Cuanto tiempo  más tendremos que esperar para que concedan la Medalla de oro de Andalucia a los Romeros de la Puebla, por sus años al pie del cañon en pro de la musica andaluza?.
Yo desde aquí, brindo por ellos y espero verlos mucho años más, hasta que el cuerpo aguante o Dios decida, porque el arte de Los Romeros, quién lo duda, tiene aún equipaje para muchos caminos y aunque parezca mentira, yá se acerca sus Bodas de Oro.
Vá por ustedes.

sábado, 17 de octubre de 2009

La Cuadrilla de "Los ratones"

Era el Domingo de Ramos de 1945. Llovió. La Amargura se quedó sin salir. El capataz Rafael Franco le apuntó el jornal a su cuadrilla y los mandó a su casa. Los citó el Lunes en la Vera Cruz. Y sacaron la Vera Cruz. Y el Martes sacaron La Candelaria. Y el Miércoles, Los Panaderos. Y cuando acababa de entrar el palio de la Virgen de Regla, Rafael citó a la cuadrilla para el día siguiente, a las 9 de la mañana, en San Pedro. A las 9 de la mañana de un Jueves Santo. Y el costalero Manuel Torralbo, Triana pura, se atrevió a decirle:
—Rafael, ¿a las 9 de la mañana? ¿Es que vamos a "barre" las calles quiza?

-Rafael calló, en realidad,  iban a sacar a La Amargura, que como no había podido salir el Domingo, lo hacía en la mañana del Jueves Santo, en aquella Semana Santa tan víva y vivída, tan poco reglamentada. Pero sólo cuando, rotos y muertos de sueño, los peones ya estuvieron en San Pedro, les dijo Franco que iban a sacar La Amargura. La pasearon por la mañana antigua de mantillas. Entraron sobre las 4 de la tarde. Y Rafael les dijo:
—Pues ahora nos vamos a Montesión.
—¿Sin almorzar ni ná?
—Ya os darán allí un bocadillo.

Y sacaron Montesión. Y entraron el palio del Rosario a la 1 de la madrugada del Viernes. Y les dijo el capataz:

—Ea, ahora nos vamos para el Gran Poder. Y cuidaíto con lo que se habla, que a nadie se le ocurra decir que ustedes eran los de esta mañana en La Amargura.

Y sacaron El Gran Poder. Y una vez dentro el palio de Mayor Dolor y Traspaso, se echaron a dormir por los portales, porque a las 4 tenían que sacar La Carretería, donde Rafael igualaba a sus Ratones de palio en el barco, para que saliera mejor por aquella puerta. Cuando entró La Carretería, la misma cuadrilla de Rafael Franco había sacado cuatro cofradías en menos de 40 horas. ¡Y sin relevos ni costaleros de refresco!

¿Cómo podía obrarse aquel milagro? Gracias a unos artistas así de chiquetitos, que tenía Rafael Franco de peones: La cuadrilla de "Los Ratones". Los costaleros de palio de más baja estatura que nunca hubo. Así trabajaban con tanta gracia y casta. Cómo sería de bajita, que cuando le pidió trabajo a Franco, (tras la muerte de Angelillo), Romerito "El Figura", que iba en la última de palio en la cuadrilla del de la Puerta Osario, lo igualó en la primera de Los Ratones. Y a "El Boli", que iba en la última con Ariza, también lo igualó en esa primera trabajadera de ensueño, con Manolín Barroso, con Juan Cruz, con Valentín Murcia y con Eduardo Vargas, a quien algunos proclaman verdadero creador de la voz de «Al Cielo con Ella».

En esa cuadrilla de seda y sándalo, en esos míticos "Ratones", iba igualado el arte de Manuel Torralbo Rodríguez, costalero de Triana en la Gloria. De costero celestial. Le gustaba llevar el faldón recogido, para que se viera que iba trabajando de verdad, sin aliviarse. Como todos aquellos grandes artistas. Como ese último palo de leyenda, con Antoñito, Vinagre y Barrera. Como todo el cuadrante que aún recuerdan los tinglados del muelle y las saetas de los balcones: Castillo, Boza, Cuenca, Pavía, Gracia, León, Manzano, Vega, Trigo, Acosta, Oliva, Domínguez, Reyes, Ojeda, Silva, Albarrán, El Loco...

Rafael Franco, con su terno negro y su señorío, se nos fué hace ya el tiempo que proclama un azulejo con su nombre en la esquina del Palquillo. El único capataz que durante cuatro Madrugadas sacó al mismo tiempo el Gran Poder y la Macarena. Por la rampa de la salida de una capilla, los peones de Los Ratones, la mejor cuadrilla de palio que nunca hubo, se nos fueron yendo, uno tras otro, de la corrida de la vida.

Uno de los últimos ratones en dejarnos ha sido Manuel Torralbo. Aquellos alados pies con alpargatas hacía ya años que no podían andar. Aquella cintura que acariciaba el bamboleo de las caídas de palio, paso sus últimos años en una silla de ruedas. Hasta el cielo quiero que le llegue hoy a Torralbo, el homenaje del recuerdo a tanta perfección en el trabajo. Yo sé que cuando Torralbo iba con su silla de ruedas, desde los martillos del cielo escuchaba la voz de terno negro de su capataz Rafael Franco Rojas, diciendo:
—¡Que no se vea subir!

Torralbo, la vieja casta del costalero trianero de la cuadrilla de Los Ratones, falleció el pasado mes de Marzo.
¡Óle ahí la gente güena y con vergüenza!.
Ahí queó...esa peaso chicotá.
Descansen en paz.

domingo, 4 de octubre de 2009

Hasta siempre, Negra Sosa...

Hoy nos ha dejado Mercedes Sosa, que con su voz, luchó contra dictadores sudamericanos y se convirtió en un símbolo de la música contemporánea latinoamericana, nació en una familia de clase obrera en la pobre provincia azucarera de Tucumán, en el noroeste argentino.

Su versión del tema "Gracias a la Vida", de Violeta Parra, se convirtió en un himno para los izquierdistas de todo el mundo en las décadas de 1970 y 1980, cuando se vio obligada a exiliarse y sus discos fueron prohibidos. Su poderosa voz ganó aplausos en el exterior y popularidad en el país, al igual que su estilo.

Sosa se definía como una mujer de izquierdas, aunque aseguraba que su verdadera vocación era el canto. "En realidad, yo nací para cantar. Mi vida está dedicada a cantar, a buscar canciones y a cantarlas", dijo en una entrevista en 2005. "Si me metiera en política tendría que descuidar lo más importante para mí, que es el folclore".

Se fué la "Voz de América Latina". Tan dulce, profunda y clara como su pensamiento y su vida. Gracias por la obra que nos regalaste. Por esos temas maravillosos, que no olvidaremos. Una artista enorme, gigante y tan pequeña y humilde a la vez.

Moras eternamente, en el corazon de quienes disfrutamos de tu exquisito arte.
Descansa en paz, "Negra Sosa".