Quien no vió Sevilla, no vió maravilla.

Nacido en el macareno Hospital de las Cinco Llagas, criado en el Barrio del Tiro de Línea y vecino del Cerro del Águila; fiel amante de Sevilla y sus tradiciones. "Cofrade" por vocación, "Feriante" por adicción, "Rociero" por devoción y "Bético" por convicción.

sábado, 26 de septiembre de 2009

Leyendas y tradiciones sevillanas.

LEYENDA DE DOÑA MARIA CORONEL.

Hacia 1330, Doña María Fernandez Coronel era una hermosa joven, perteneciente a una familia acomodada, que tenia su casa en la esquina de la calle Arrayán con el mercado de la Feria, casa que con el tiempo ha sido del XVI al XIX palacio de los marqueses de la Algaba y hoy en día delegación de bienestar social del ayuntamiento de Sevilla.
Caso Doña María con el caballero D. Juan de la Cerda descendiente de la familia real de León, éste, se alió con los hermanos bastardos del Rey Don Pedro I El Cruel,   encabezados por D. Enrique de Trastamara, aportando dinero, armas y soldados a la causa de D. Enrique. Esto motivó que el Rey legítimo le condenase por traidor, y habiéndolo echo prisionero en una batalla, lo mandara decapitar.
Pasado algún tiempo, el Rey D. Pedro conoció a su viuda Dña. María, quien ya consolada en parte de la muerte de su esposo, vivía tranquila, administrando los bienes que le pertenecían a ella por su dote, puesto que los bienes de su esposo habían sido incautados por el Rey, y su casa situada junto a la iglesia de San Pedro había sido derribada y sembrado su solar de sal para que ni naciera allí la hierba, como escarmiento para traidores.
Conocerla y enamorarse de ella fue todo en uno, y desde aquél día, el Rey Don Pedro persiguió a Doña María Coronel , con animo de rendirla, aún cuando ella lo rechazaba y huía de donde él pudiera encontrarla. Por esto se refugió en casa de sus padres, en la calle Arrayan, confiando en eludir esta persecución.
Pero el Rey se propuso robarla de casa de sus padres y una noche habiendo escuchado al Rey que lo acechaba, huyó cubierta con un velo saliendo por la puerta que daba frente a la iglesia de Omnium Sanctorum y desde allí corriendo cruzó la calle ancha de la Feria, rodeó la Laguna (Alameda de Hercules) y llegó desolada a pedir amparo y refugio en el convento de Santa Clara.
Las monjas, imaginando que el Rey no tardaría en llegar allí, la ocultaron en una zanja con tablas en el jardin, al amanecer llegó el Rey, quien había recibido una confidencia y recorrió todo el convento buscándola, pero no la encontró.
Pasado algun tiempo y confirmado en sus sospechas, volvió nuevamente al convento de improviso y encontró a Doña María que ya vivía de una forma más descuidada. No le dió tiempo a esconderse, el Rey la persiguió por los corredores, con animo de reducirla y llevarla al Alcazar. Pero ella en su carrera entró en la cocina, donde estaban preparando la comida unas legas del convento, tomo una sarten con aceite hirviendo y se la derramo por la cara, deseando desfigurarse para que así el Rey no sintiera más apetito por ella. El aceite le produjo horrorosas quemaduras que desfiguraron su bello rostro, y cuando el Rey entro en la cocina y vió aquella cara, desollada, chorreando sangre y contraída por el dolor, huyó despavorido y desconsolado.Mando el Rey a la abadesa de Santa Clara que cuidase y atendiese a Doña María, estando muy arrepentido, prometiendo no volverla a molestar y concediendole cuanto ella pidiese.
Doña María Coronel, una vez repuesta de sus heridas, solicitó al Rey que le devolviese el solar de su antigua casa, junto a San Pedro, donde se proponía fundar un convento.
El Rey le concedió el solar y en él, se edificó en 1347, el Convento de Santa Ines, siendo Doña María la primera priora que tuvo.
Doña María murió a los 73 años de edad . Fué enterrada en el coro, pero en el siglo XVI, al hacer unas obras, encontraron su ataúd y al abrirlo apareció el cadaver perfectamente conservado, por lo que lo colocaron en una urna de cristal, al descubierto. Todos los años el día 2 de Diciembre puede visitarse en la iglesia de Santa Ines y todavía pueden apreciarse en su rostro las cicatrices que le produjo el aceite hirviendo.


domingo, 6 de septiembre de 2009

El Barrio "las Gallinas".

Hoy, escribo para compartir uno de los muchos pellizcos que tiene la romeria de El Rocío, "La entrada de Huelva", que algunas personas desconocen y la que considero, como uno de los momentos más bellos y puros, que se puedan vivir en la aldea.
Al visionar estos videos a estas alturas del año (plenas antipodas rocieras) , uno a veces, es incapaz de contener esa emoción que te embarga y que te hace derramar alguna que otra lágrima, mi hija Paula, me susurra al oído: Papa ¿estas llorando?, y yo le contesto, ¿Yooo?, ¿que "dise", niñaaa? haciendome el duro y cambiando de tema.

Estos videos se refieren concretamente a la magnífica estampa rociera, que podemos presenciar cada Viernes del Rocío, a la caída de la tarde, el "Camino de Moguer" se acaba, cuando la Carreta de Plata de la Hermandad de Huelva, lenta y "a compás" después de cruzar "El Charco", hace su entrada en la aldea, por el Barrio de las Gallinas; vaya borrachera de arte y sentimiento que derrama fé por los caminos. Allí entre el gentío y la emoción desbordada del momento, al grito de "Huelva, Huelva", su bendito Simpecado queda parado en una de las casas y de pronto, como cada primavera, se hace el silencio y aparecen de la nada, dos hermanos y una guitarra, Roman y Juan Bautista, dos gotas de agua, que cuando cantan, hacen las delicias de los presentes, entre el sentimiento que derrochan sus letras y la inquietud desenfrenada del momento.
Los mellizos de San Juan del Puerto, como así le llaman, llevan 10 años cantandole al Simpecao de Huelva, faltando tan sólo a la cita en 2008, por motivos de enfermedad grave, que íntimamente, nos cuentan en una de sus letrillas de este año 2009. Poseen un estilo muy íntimo y personal, echando sus coplas al aire, dedican cada año a la Hermandad de Huelva, una sevillana con sus cuatro palos correspondientes, con letra y musica propias, describiéndonos en ellas, las vivencias de una familia rociera, tocándo nuestra fibra más sensible en la presentación de sus hijos al Simpecao choquero o valorando temas de rabiosa actualidad rociera etc., en definitiva esto es digno de ver, y fijarse si tienen arte, que como dice la copla: "Hacen la entrada con Huelva y el camino con San Juan".

A Roman y a Juan, desde aquí, os doy las gracias de corazón, por brindarnos estos momentos rocieros de tanta raigambre y si Dios quiere, estaré con mi familia el próximo 21 de Mayo de 2010 a las 20'30 h. en el Barrio las Gallinas, para ver "vuestra entrada" con Huelva.

Os dejo estos videos que he encontrado en Youtube. ¡¡ No os lo perdais !!.





Letra de sevillanas que el poeta onubense y rociero Paco Millán compone y canta en homenaje a los mellizos de San Juan.

"Huelva respira en silencio, mientras dos hermanos cantan
y el mayor de los respetos, que hasta el aire queda quieto
mientras se nos riza el alma
Huelva respira en silencio, mientras dos hermanos cantan.

Y nos dan la bienvenida, embrujando de Rocina, la caída de la tarde
que en el Barrio "las gallinas", la emoción viene con arte.

Vuestro amor nos dió un pellizco, en el mismo paraiso
que lloraron las arenas, que la fé de estos mellizos
va abrazando a Huelva entera!!!."
P.D. No sé si lo habré dicho en otras ocasiones, pero podeis dejar comentarios, "Joíos", que son gratis.